El poderío de los nuevos templos del bienestar ha obligado a los balnearios de toda la vida a renovar sus instalaciones y ampliar su carta de tratamientos. Además del Panticosa Resort (Huesca), un complejo hotelero y termal en cuyo diseño han participado los citados Rafael Moneo y Belén Moneo, además de Álvaro Siza, las termas del Gran Hotel Balneario Blancafort (Barcelona) ofrecen circuitos termales tematizados, en lo que a decoración y tratamientos ofrecidos se refiere, inspirándose en las culturas occidental, romana, balinesa, islámica y chino-coreana.El circuito termal templarium recrea cada una de las partes de las antiguas termas romanas; el tratamiento estrella de la zona balinesa es el ritual en pareja, en el que la relajación se logra mediante meditación, masajes y baños termales, y en la zona de los Baños del Zahir, la atmósfera se impregna del olor de especias como el clavo, el cardamomo, la nuez moscada y la vainilla.En el Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo (Cantabria) incorporaron una piscina de flotación ambientada con música y luz tenue en una especie de caverna amniótica. La inmersión en una solución de agua saturada de sales induce a la relajación, disminuye la tensión muscular y ayuda a combatir el jet-lag. Según los expertos, una hora flotando en esta piscina equivale a varias horas de sueño.