Los beneficios de una buena ducha

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La ducha diaria tiene una gran importancia, no sólo como medida higiénica, sino también como un excelente modo de activar la circulación sanguínea y tonificar la piel y músculos. Todo eso sin dejar de lado los efectos positivos que tiene sobre nuestro sistema nervioso.
En los últimos años han aparecido multitud de tipos de ducha, a precios cada vez más asequibles, que permiten regular tanto la fragmentación del chorro como su intensidad y, en algunos otros, su ritmo (chorros pulsantes). Estas duchas están diseñadas especialmente para que el chorro pueda convertirse casi en un masaje personalizado, potenciando así sus beneficios sobre la circulación y el tono muscular. Una de estas duchas-masaje, escogida con el asesoramiento de un experto, puede ser una inversión perfecta para nuestra salud.
Además de este tipo de duchas existen unas cabinas especiales, similares a una columna, en la que no sólo recibimos el clásico chorro de ducha sino que, gracias a los surtidores laterales, el agua llega a toda la superficie de nuestro cuerpo. No obstante, aún siguen siendo bastante más caros que una ducha normal y corriente.
La ducha ha ido sustituyendo al baño (que requiere más tiempo y mucha más agua) y, sin duda, se ha impuesto como el modo más habitual de higiene. Y es que la ducha matinal es una de las mejores formas de empezar el día, pero atento a nuestros consejos para lograr que ese placer se convierta además en un beneficio total:

1. Puede que los días de frío quieras agua muy caliente pero lo más adecuado es ducharse con agua templada.

2. La ducha fría puede ser muy beneficiosa pero debemos cuidar esos cambios muy bruscos porque pueden someter al corazón a un esfuerzo excesivo. La conocida como «Ducha Escocesa» puede ser perfecta siempre que seamos prudentes y tengamos en cuenta nuestro estado de salud y forma física.

3. Enjabonarse es la mejor forma de limpiarnos, pero un exceso de jabón puede llegar a irritar la piel, alterando su PH y mermando sus defensas naturales.

4. Un masaje con una esponja o un guante de crin potenciará los beneficios de la ducha y mejorará la salud de tu circulación y tu piel.