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Después de 2008, la lluvia seguirá cayendo sobre la tierra y los ríos desembocando en el mar, pero lo que ya no se seguirá afirmando tras Expo Zaragoza es que el agua sea por más tiempo incolora, inodora e insípida. Agua verde, agua azul, agua virtual, agua compartida, agua sagrada…Porque una única verdad para referirse al agua ya no sirve para dar respuesta a las complejas situaciones que presenta este cambiante mundo. Se le dará una vuelta al agua, y otra y otra. Tantas como sea preciso, hasta obtener las claves que, apoyadas en la innovación, la sostenibilidad y en el reencuentro de conocimientos, sustenten un nuevo paradigma cuyos modelos para el agua funcionen de manera que todo el mundo aporte y sea corresponsable.
La búsqueda de nuevos modelos, sistemas, metodologías, herramientas y soluciones para el agua del siglo XXI: un apasionante desafío que deberá contemplar también el importante papel que, debido a su función insustituible como sustento de la vida, ha tenido este recurso para el desarrollo de todas las sociedades y culturas a lo largo de la historia. El agua ha sido el elemento catalizador que ha organizado las sociedades, aunque cada una con una manera propia de entenderla, utilizarla y valorarla. Es preciso entender y considerar esta dimensión cultural para facilitar el encuentro de soluciones adecuadas, tan necesarias para afrontar los retos que los recursos hídricos plantean.