Expo Zaragoza 2008, llega su fin. 14 de Septiembre ceremonia de clausura

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Todo empieza y todo acaba, el tiempo pasa volando.
Millones de personas la han visitado, se han realizado miles de espectáculos y eventos. Se ha transmitido el mensaje con nitidez. «El agua es un bien escaso y que hay que conservar».
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Más de 14.000 artificios pirotécnicos clausurarán la Exposición Internacional de Zaragoza el próximo 14 de septiembre. Explosionarán a lo largo del kilómetro y medio que va desde el meandro de Ranillas hasta el puente de Piedra. El espectáculo, diseñado por Christophe Berthonneau, como el de la inauguración, tendrá una duración de media hora. Será el castillo de fuegos más grande que ha vivido la capital maña hasta la fecha. Los disparos de carcasas y cohetes multiplicarán por cuatro los de la traca que cierra las fiestas del Pilar.

Desde hace dos meses los trabajadores de los talleres de Pirotecnia Zaragozana están inmersos en la preparación de todos los dispositivos. «Ya lo tenemos prácticamente todo listo», explicó Miguel Pérez, director adjunto de esta empresa. Una vez concluída esta tarea, quedará por delante la colocación de las carcasas a lo largo de la ribera del Ebro. Para ello, se desplazará hasta Zaragoza un amplio equipo de técnicos de Christophe Berthonneau, que supervisará todo el proceso. Un proceso, el de la instalación de los artefactos, que comenzará el próximo día 6 de septiembre y que se alargará durante una semana. Otros, por ejemplo, como el castillo de fuegos artificiales que clausura las fiestas del Pilar, se coloca en una mañana.

Del espectáculo en sí mismo poco o nada ha trascendido hasta el momento. El río Ebro será el principal motivo de la obra creada por Christophe Berthonneau, que en esta ocasión estará acompañado por la música de Philip Glass, que junto a sus músicos estrenará Los paisajes del Río, titulo genérico de la parte artística de la ceremonia. Música y fuego, por lo tanto se fundirán a lo largo de 1,4 kilómetros. La mayor intensidad pirotécnica se registrará justo al frente del recinto de Ranillas e irá disminuyendo conforme llegue al puente de Piedra o con su cercanía a la basílica del Pilar.

Una consola informática, a modo de ordenador central, que traerá el propio Christophe Berthonneau, se encargará de controlar la cadencia de disparos para que la secuencia configure el conjunto de figuras y formas diseñadas por el creador francés.

En total, a lo largo de toda la ceremonia habrá más de 2.000 órdenes de disparo. «Está todo muy atado. Ellos son grandes profesionales, con los que ya trabajamos en la inauguración y también el pasado 24 de junio. El propio Christophe Berthonneau nos supervisó en nuestras primeras colaboraciones, aunque en esta ocasión, nos ha dado más confianza porque ya nos conoce», especificó el responsable de Pirotecnia Zaragozana.

La escenografía de Los paisajes del Río estará compuesta por seis cascadas de agua en las que el espectador podrá visualizar, gracias al juego de espejos que se formará entre el cauce del Ebro y el cielo, donde los fuegos artificiales tomarán su forma más sublime y envolverán a todo el público. El espectáculo, que podrá contemplarse en gran parte de la ribera, simbolizará también la unión de toda la ciudad, articulada gracias a la Expo con la recuperación de las orillas del río, convertidas en la principal calle de la ciudad.

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El otro gran protagonista de la ceremonia de clausura será Philip Glass. El compositor estadounidense presentará una partitura original que se convertirá en la columna vertebral de la ceremonia. La obra de Glass será interpretada en directo el último día de la muestra internacional, por la Philip Glass Ensemble, que cuenta con 17 músicos. En los últimos treinta años, el grupo ha actuado en los más prestigiosos festivales de música de todo el mundo.

Con el espectáculo de Christophe Berthonneau y Philip Glass se cerrará la Expo. Antes, en el Palacio de Congresos tendrá lugar el acto protocolario, presidido por los Reyes de España y al que asistirán unas 1.442 personas.