El pasado 11 de junio la Agencia Europea del Medioambiente presentó su informe anual sobre las aguas de baño, que incluyen playas, lagos, ríos, embalses y otras masas de agua naturales entre cuya finalidad se encuentra la de darse un chapuzón cuando aprieta el calor.
España, que aprobó por los pelos en algunas zonas en 2008, ha duplicado en este año el porcentaje de aguas aptas para el baño, que este año asciende al 99,4%. En la página web de AEMA (Agencia Europea del Medioambiente) se puede consultar la calidad del agua de cualquier localidad de la Unión Europea. Y según parece, la calidad de las mismas tiene una previsión al alza, buenas noticias para nuestra salud y la del medioambiente.
Para determinar el nivel de calidad de las aguas se utilizan una serie de parámetros físicos, químicos y microbiológicos, con unos valores obligatorios impuestos por una Directiva de 2006 a la que ya se han acogido Doce Estados miembros de la Unión.