Estamos acostumbrados a viajar a los circuitos «todo incluido» en los países sudamericanos, esos mega hotelazos en los que los turistas pasan una semana metidos en una burbuja de atenciones. Si eres de los que prefieres saborear la cultura local del lugar al que viajas, la hostería Alandaluz en Guayaquil (Ecuador) es una propuesta bien diferente.

En 2006 fue declarada como la hostería más ecológica del mundo, debido a su gestión medioambiental. Los alojamientos están realizados con materiales que se integran en el entorno, como caña, piedras, cemento -en muy poca proporción- y ladrillo, lo cual no impide que se disfruten de todas las comodidades. Los alojamientos van desde 25 a 65 dólares la noche la opción más lujosa, y también disponen de espacio para que los mochileros acampen.

Lo más llamativo son los cuartos de baño, en los que el agua del inodoro es sustuida por una caja con serrín, que después se reutiliza como compost (abono) para las plantaciones cercanas. El agua que se utiliza para la limpieza, es posteriormente reutilizada para el riego de las plantas del huerto propio del que dispone la hostería. Merece la pena ir a tomar ejemplo.