Así es conocido popularmente en los círculos occidentales este simpático traje de baño de cuerpo entero. Compuesto por unas mallas hasta el tobillo y una túnica con capucha que sólo deja al descubierto las manos y la cara, esta coqueta prenda de baño no es vista con buenos ojos por los académicos islámicos, que ven en ella una excusa para transgredir las enseñanzas religiosas.
Sin embargo, el burkini hace furor entre las mujeres musulmanas con hiyab -velo-, que deben ver en este traje de baño la alternativa a la lipotimia en playas y piscinas.
Es como muy «años 60», ¿no?