En una vivienda sin jardín, el cuarto de baño es el principal escenario del consumo de agua. Aquí se produce el gasto de alrededor de las dos terceras partes del agua que se consume en un hogar.

Ya en el siglo XVII los médicos empezaron a recomendar un poco de higiene pidiendo a la gente que, al menos, se lavara las manos y la cara una vez al día. En el siglo pasado tan sólo unos pocos hogares disponían de este espacio.

Es un hecho constatado que con la mejora de la higiene personal aumenta la esperanza de vida de las personas; pero a pesar de ser una necesidad, recordemos que esta no debe ser una razón para malgastar agua.

¿Qué medidas podemos poner en práctica para realizar un consumo responsable en el cuarto de baño?

La Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental nos da varios consejos para ello.