Atrás quedaron las simples alcachofas para la ducha que solo cumplían su función y el diseño era ignorado totalmente porque no era necesario. El baño era una estancia práctica destinada a la higiene personal exclusivamente.
Los rociadores de ducha -el término alcachofa también pasó a la historia- se han convertido en una pieza estéticamente impresionante en el baño con unos diseños vanguardistas y muy sofisticados tecnológicamente. Pero es que además son respetuosos con el medio ambiente, controlando el caudal y el ahorro de agua. Fabricantes y diseñadores trabajan porque esa sostenibilidad también esté en nuestro hogar.
Son modernos, de grandes dimensiones y fabricados en multitud de formas. Cuadrados, redondos, con miles de salidas, con brazos, con luz…
Este tipo de rociadores están creando tendencia. Los tienes, casi, para cada estilo decorativo, los más actuales los de tipo cubista, porque el arte también ha entrado en nuestro cuarto de baño. Las colecciones suelen hacerse en dos versiones, para empotrar en la pared o para instalarlos en la columna de hidromasaje.
Los nuevos rociadores de ducha nos aporta increíbles sensaciones, con diferentes chorros de agua: lluvia, masajeadores…, nos relajan para irnos a dormir o nos activan para empezar el día.