Un baño en las cualquier playa es una inmersión de belleza y bienestar. El agua marina en general y la del Atlántico en particular, es un líquido amniótico que nuestro cuerpo reconoce al sumergirse en ella y que contiene los 89 elementos presentes en nuestro organismo, además de vitaminas y microorganismos que liberan sustancias antimicrobianas y hormonales. Como hijos del mar (todos los seres vivos procedemos del agua, en su defecto del mar primigenio que cubría el planeta), la piel humana tiene la capacidad de absorber todas esas sustancias y de beneficiarse de ellas). ¡No hay más que ver cómo revive la piel y mejoran los problemas cutáneos (como el acné, la dermatitis y hasta las heridas) con los baños de mar! A su vez, el efecto que producen el impacto de las olas potencia esa absorción y produce un efecto drenante.

Cómo beneficiarte al máximo: sumérgete en el agua durante al menos 10-15 minutos  (para dar tiempo a que la piel absorba los elementos beneficiosos presentes en el agua de mar y, al salir, deja que la piel se seque al aireantes de ducharte y aplicarte la crema solar. Exponte al masaje vivificante de las olas, nadando o caminando en la rompiente.