Es cierto que estamos un poco saturados de malas noticias, pero la verdad es que pocas noticias hay negativas en las que nuestra gestión diaria tenga un impacto positivo, y ese es el caso del agua.

Las fuentes acuíferas de nuestro Planeta se reducen cada vez más, está al alcance de nuestra mano hacer un cambio positivo. Los datos nos indican que nuestro consumo diario de agua es excesivo de hecho, la principal fuente de derroche de agua de un baño y se les atribuye el 30% del consumo de agua de una residencia.

Al elegir o reemplazar los inodoros tradicionales por los de bajo consumo, se puede ahorrar anualmente hasta 30 litros galones de agua por inodoro. También existen mecanismos de ahorro como el “doble-pulsador”, que consiste en dos opciones de descarga, dependiendo de si se requiere más o menos agua, o de si el desecho es sólido o líquido.

Del mismo modo, hay varios modelos que integran al lavamanos con el inodoro. La ventaja que estos traen consigo no solo es un reducido consumo de agua, sino su considerable ahorro de espacio.

Además, como hemos comentado en innumerables ocasiones, utilizar la ducha frente a la bañera, supone un ahorro de hasta la mitad de agua.