Desde hace unos años está de moda lo de irse un fin de semana de relax a un espacio, preferiblemente rural a descansar. El caso es que utilizamos indistintamente balneario y Spa, y señores, no es lo mismo.
Lo primero que nos viene a la cabeza al pensar en uno de estos espacios es agua, piscinas y jacuzzis, pero las diferencias entre ambos son importantes. Un balneario realiza sus tratamientos con aguas minero-medicinales y debe estar situado cerca del manantial de donde se surte. Este tipo de aguas están consideradas de utilidad pública y poseen propiedades beneficiosas para la salud. Por eso, aconsejan los expertos, antes de elegir a qué balneario ir, debemos de comprobar si el agua es la más indicada para nuestras necesidades o dolencias.
El Spa, sin embargo, es un centro que ofrece servicios de tratamiento más enfocado a la prevención, tratamientos de estética y relajación, no dispone de aguas con propiedades especiales y no está tan enfocado a curar dolencias. Son espacios que han proliferado en ciudades, en gran medida debido al tipo de vida estresante que llevamos. Así que ya sabemos, antes de decidirnos por uno u otro hay que valorar el objetivo de la visita.