¿Es mejor ducharse con agua fría o caliente? Es la eterna pregunta. Ambas opciones cuentan con muchos defensores y detractores, las dos tienen sus ventajas, pero ¿con cuál te quedas?

Lo mejor para elegir una de las dos opciones es poder conocer del todo las ventajas que presentan:

Ventajas de ducharse con agua fría

La ducha de agua fría es conocida por evitar resfriados, ya que el cuerpo se acostumbra a estar en contacto con temperaturas bajas, lo que permite generar defensas.

Pero las ventajas de la ducha fría no terminan en evitar resfriados, ya que son cada vez más expertos los que recomiendan el agua a baja temperatura durante la ducha para ayudar a depurar el organismo. El agua fría ayuda a expulsar las impurezas en la sangre y regula la temperatura interna del cuerpo, con las enormes ventajas que esto puede reportar.

Además, las duchas de agua fría actúan como estimulante, despiertan el cuerpo y activan funciones como el metabolismo, consigue mantenerte alerta, despeja la mente y reafirma la piel.

Ventajas de ducharse con agua caliente

En el lado opuesto, la ducha de agua caliente tiene sus propias ventajas, opuestas a la ducha de agua fría. Mientras que el agua a baja temperatura ayuda a mantenerte alerta, la ducha caliente tiene propiedades relajantes. Ayuda a relajar los músculos, reduce la tensión acumulada y ayuda a disipar la ansiedad.

La ducha de agua fría ayuda a evitar resfriados, pero si has tomado una ducha de agua caliente sabrás que ésta ayuda en la descongestión nasal.

Lo indicado, es combinar la ducha con agua fría o caliente, ¿por qué renunciar a los beneficios de uno por otro? Combina el agua fría con el agua caliente y conseguirás mejorar tu circulación, mejorar tu metabolismo y también relajar tu cuerpo y eliminar toxinas.

En esta infografía tienes más ventajas y desventajas de ducharse con agua fría o caliente:

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