¿Sabías que una buena ducha puede completar tu entrenamiento? Tras someter a nuestros músculos a un gran esfuerzo tras el ejercicio, ducharnos con agua caliente ayuda a que los vasos sanguíneos se dilaten y eso hace que circule mejor la sangre, logrando que ante una posible lesión muscular se regenere con más facilidad. Incluso podemos aprovechar a estirar durante la ducha. Eso sí, sin excedernos de los 10 minutos recomendados para no gastar mucha agua. Y cambiando tu bañera por plato de ducha conseguiremos hacerlo más fácilmente.
Está comprobado que el agua fría contrae el músculo y con el agua caliente lo dilatamos, así que lo mejor para recuperar después de realizar ejercicio físico es someter al músculo ejercitado a cambios de temperatura, alternando agua fría-agua caliente.
Además de los beneficios que en numerosas ocasiones hemos enumerado sobre la ducha frente al baño de inmersión en la bañera, estos consejos te pueden ayudar a decidirte a cambiar la bañera por plato de ducha.
Securibath está siempre pendiente de informar de todo lo bueno que nos puede aportar ducharnos en un plato de ducha, buscando siempre lo mejor para nuestros clientes.
¿Qué más partido podemos sacarle a cambiar bañera por plato de ducha? Decídete.