Segun un artículo de la Universidad Europea de Madrid (UEM), la fisioterapia aplicada bajo el agua puede mejorar los resultados obtenidos, especialmente en determinados grupos de pacientes.
En el caso de niños con enfermedades neurológicas como parálisis cerebral, la terapia en el agua ejerce un efecto sedante, por lo que predispone a una sesión de trabajo más relajada. Además, la presión hidrostática que envuelve al cuerpo mejora la percepción de la propia musculatura, ayudando a la eficacia de los ejercicios.
La fisioterapia subacuática está tambien aconsejada en personas con fibromialgia, al reducir el dolor articular y favorecer un mejor descanso nocturno, en personas que padecen osteoporosis, mejorando su densidad ósea, y en pacientes con artrosis, mejorando el dolor y evitando la pérdida de movilidad articular.