Es frecuente que nos creamos que hemos inventado la pólvora. Pero, siglos antes de que existieran los primeros spas, los árabes ya disfrutaban de la sensualidad de un buen baño. Entonces era utilizado como lugar de encuentro -función que en determinados países musulmanes sigue existiendo- después de la jornada laboral. Así, al tiempo que cumplía su tarea higienizante, servía como forma de socialización.
Hoy, con el vertiginoso ritmo de vida que nos vemos obligados a «padecer», realizar una escapada de fin de semana a unos baños árabes en Priego de Córdoba es todo un lujo. Priego es una localidad que fue declarada monumento histórico-artístico en 1972, por lo que hay mucho que hacer antes del relax.
Y después, llega el momento de olvidarse de todo en la Casa Baños de la Villa. Desde el mismo alojamiento puedes acceder al baño árabe con piscinas calientes, templadas y frías, baño turco, servicio de quiromasaje y aromaterapia e incluso una tetería. Una escapada para todos tus sentidos…