Nuestra vida cotidiana nos plantea algunas preguntas que nos formulamos a menudo y para las que nunca encontramos una respuesta (aunque siempre la hay), y hoy os vamos a contar por qué se nos arrugan los dedos de las manos y de los pies cuando los tenemos en agua durante mucho tiempo.
¿Nunca os habéis preguntado por qué se nos arrugan los dedos cuando los tenemos mucho tiempo en remojo? Este fenómeno se produce especialmente durante el verano: basta simplemente lavarse las manos para que los dedos se te queden completamente arrugados. Como siempre existe una respuesta científica, que apunta a que este fenómeno es producto de la evolución.
Según un estudio de la Universidad de Newcastle, cuando se nos arruga la piel de los dedos los vasos sanguíneos se contraen, lo que aumenta la adherencia de nuestros dedos y nos facilita el coger objetos mojados o sumergidos en el agua. Los investigadores señalan que este fenómeno podría haber facilitado a nuestros antepasados el conseguir comida en regiones húmedas, o incluso el correr con más rápidez en terreno mojado.