¿Sabías que no hay nada mejor que tomar una ducha bajo un chorro de agua fresca?
Te informamos de las ventajas que obtendrás si lo haces.
1.- Piernas más ligeras y descansadas
Cuando pasamos 10 minutos bajo la ducha con agua caliente, las venas se dilatan.
Por el contrario, el agua fría conseguirá contraerlas y activará la circulación sanguínea notablemente.
2.- Tonifica y revitaliza los músculos
El agua fría sobre la piel favorece la circulación sanguínea, lo que producirá una mejor oxigenación de los músculos, tonificándolos y revitalizándolos.
3.- Efecto tensor de la piel
Con el agua caliente se logra dilatar los poros y eliminar toxinas.
Utilizando agua fría para tu ducha, obtendrás un efecto tensor inmediato en la piel.
Debes saber que:
Si tu piel presenta flacidez y tu circulación sanguínea es deficiente has de evitar las duchas y baños con agua muy caliente, ya que empeoraría estos trastornos.