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Si alguna vez te has quemado con un radiador, por no saber cuán caliente estaba al tacto, este concepto de los radiadores llamados Blush diseñados por Thorunn Arnadottir, te parecerá sin duda una gran idea.
En primer lugar, el complicado diseño de las tuberías parecen venas y nervios de un cuerpo humano. Así como las venas llevan sangre caliente que regula la temperatura de nuestros cuerpos, este diseño lo simula, pero esta vez para regular la temperatura de la casa.
El Blush está pintado con un recubrimiento especial que cambia de color según la temperatura. Cuando el radiador está frío es azul, pero cuando la temperatura se eleva por encima de los 30ºC, se comienza a ruborizar de color rojo.