Los expertos creen que 11.000 personas podrían morir en Tokio en caso de ocrrir un terremoto de magnitud 7,3 en la escala Richter.
Uno de los mayores peligros a los que pondrían enfrentarse los habitantes de Tokio en caso de ocurrir un gran terremoto será la falta de baños, según advierte un informe del gobierno japonés.
Las autoridades creen que la espera media en los baños que queden funcionando en el centro de la ciudad podría ser de hasta cuatro horas y media.
Japón es una de las zonas de mayor actividad sísmica del planeta.
El estudio, elaborado por la Comisión de Prevención de Desastres, se basó en el supuesto de que un terremoto de magnitud 7.3 en la escala Richter golpeara la bahía de Tokio.
Los expertos creen que 11.000 personas podrían morir y millones perderían sus hogares.
«Refugiados del baño»
Basándose en la experiencia del sismo que sacudió la ciudad japonesa de Kobe en 1995, la comisión señaló que uno de los mayores peligros para la población será el corte del suministro de agua, lo que hará que muchos baños dejen de funcionar.
Japón es una de las zonas de mayor actividad sísmica del planeta.
La advertencia apareció esta semana en los principales diarios japoneses. En la portada de uno de ellos se podía leer: «850.00 refugiados del baño».
Un gran sismo podría hacer que en la capital japonesa queden funcionando menos de la mitad de los baños necesarios, lo que pondría a la población en riesgo de contraer enfermedades.
El informe urge a las empresas a tener baños portátiles a mano e incluso sugiere que los viajeros que utilicen el transporte público tomen simples medidas para protegerse: «Una bolsa de plástico y un paquete pañuelos pueden marcar la diferencia».
Japón sufre alrededor del 20% de los sismos mayores de magnitud 6 que se producen en el mundo.
El temblor más mortal fue uno de magnitud 7,3 que sacudió la ciudad de Kobe en 1995, en el que murieron más de 6.400 personas.