Este relato polinesio cuenta la historia de Takua, una mujer que fue raptada por dos espíritus malvados mientras nadaba en el mar. Los espíritus le robaron el hijo que estaba esperando; después, los arrojaron a ambos al mar. El océano, testigo compasivo, devolvió la vida a la mujer y se encargó de criar personalmente a su hijo robado.Tahoratakarar era el nombre del hijo, y Mahina el nombre del barco que el mar le construyó, hecho de espuma de mar y oscuridad de la noche. El Mahina recorría los mares noche tras noche, deteniéndose sólo cuando alguien moría. Las almas subían al barco y Tahoratakarar les ayudaba en su tránsito al otro mundo.Cuenta la leyenda que Takua se escapó una noche, nadando hasta el barco, y allí vio a su hijo, un hombre oscuro con barba. Tahoratakarar le explicó que ningún ser vivo podía vivir allí, pero cuando Takua regresó a tierra firme, algo había cambiado. Desde ese momento, Tahoratakarar ayudaba a los muertos a aceptar su muerte, y Takua ayudaba a los vivos a comunicarse con ellos.