Terapia con aguas ‘limpias’

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El gusto por el agua queda reflejado en la creciente afluencia que están experimentando las estaciones termales, balnearios urbanos o baños. Por esta razón, los locales dedicados a las propiedades del líquido elemento extreman las medidas para impedir posibles infecciones.

Las precauciones que se toman no sólo dependen de los responsables de los centros sino también de los propios usuarios. El uso de gorro, bañador o biquini, zapatillas o ir descalzo, así como ducharse antes de meterse en las aguas comunitarias o tras haber recibido un masaje, son algunas de las condiciones.

En cuanto a los propios centros, las normas de control de las aguas y de las instalaciones varían según el local. A este respecto, María Teresa Grande, gerente de la Asociación Nacional de Estaciones Termales (ANET), subraya, la importancia de diferenciar entre lo que es un balneario o estación termal y el resto de centros.

Los balnearios, según aclara Grande, son los que emplean aguas minero-medicinales y están situados cerca del manantial del que éstas proceden. El resto de centros no son propiamente estaciones termales. Los hay que utilizan las propiedades del agua del mar (talasoterapia) y los hay que emplean simplemente agua ‘del grifo’.

En este sentido, la ANET señala que de todos éstos los únicos legislados son los primeros, los dedicados a la utilización de las aguas minero-medicinales con propiedades terapeúticas. «Los balnearios son centros sanitarios, aunque sean empresas privadas, y se acogen a las normativas del Ministerio de Sanidad, además de las regulaciones propias de cada Comunidad Autónoma», explica la gerente de la asociación.

Control bactereológico

«Los lodos, las aguas… Todo está bacteriológicamente controlado», añade Grande. «Además existen unos perímetros de protección de los manantiales. Por ejemplo, el trayecto del Ave Madrid-Zaragoza ha tenido que ser desviado para que no afectase a los manantiales allí presentes».

En cuanto al resto de los centros que no emplean aguas de manantiales pero que se basan, entre otros, en las propiedades de las esencias, de la presión o la temperatura del agua, también suelen tomar precauciones para asegurar un baño sano.