«El Ebro ya es la calle mayor de Zaragoza». Así de satisfecho se mostró ayer el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, durante la inauguración oficial de los 50 kilómetros de riberas recuperadas de la ciudad y el nuevo azud que permitirá hacer el Ebro navegable. En total, se han invertido 350 millones de euros, financiados entre el Ministerio de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Zaragoza. De ellos, 160 se engloban en el plan de riberas. El Gobierno de Aragón ha sufragado parte del coste del azud.
En concreto, se han transformado 28 kilómetros de las riberas del Ebro; 10 del Canal Imperial; 2 del Huerva y 14 del Gállego. Precisamente, son los dos tramos de este último río junto a otro del Canal (Torrero-La Paz) y del balcón de San Lázaro en el Ebro los únicos que no están terminados todavía. El de la zona del Arrabal se abrirá al tráfico de forma provisional antes del sábado, aunque se dejará su transformación para después de la Exposición Internacional de 2008.
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