No hay nada más tonificante que una buena ducha por la mañana para terminar de despertarnos. La ducha es, sin duda, la mejor forma de empezar el día o de acabarlo, abandonándonos al relax de una ducha caliente antes de ir a dormir. A medida que nos vamos haciendo mayores, los gestos más cotidianos pueden hacerse un mundo. Sin embargo, envejecer no tiene por qué implicar perder independencia o renunciar a los pequeños placeres de la vida. Existen muchas formas de adaptar los cuartos de baño para convertirlos en lugares seguros para personas que ven reducida su movilidad por la edad. La instalación de pasamanos para agarrarse, la sustitución de bañeras por platos de ducha a los que se accede desde el nivel del suelo o la instalación de asientos en la ducha para asearse cómodamente son sólo algunas de las medidas que se pueden tomar. Adaptarse al paso del tiempo ya es bastante duro; elija soluciones para adaptar el baño sin renunciar a un diseño bonito. La hora de la ducha seguirá siendo todo un placer.

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