Seguramente habrás escuchado hablar de Feng Shui, incluso puede que algún amigo te haya dado algún consejo decorativo, basado en esta disciplina, así que hoy hemos querido aclarar un poco de qué se trata y cómo se puede utilizar para conseguir una mayor armonía en nuestro hogar.

El Feng Shui parte de la idea de que nuestro hogar es nuestro templo, que debemos cuidar y preservar ya que es uno de los pilares donde se asienta nuestra felicidad y equilibrio. Según la cultura china, todos los elementos que nos rodean (incluso los que nosotros consideramos inertes) están dotados de “energía vital”, llamada “chi”. La idea del Feng Shui por tanto, es aprovechar al máximo esa energía para canalizarla a nuestro favor. Se trata de utilizar los colores adecuados, los aromas para que la energía circule por la casa.

Os contamos algunos de los consejos básicos. Es crucial dejar entrar la luz solar e intentar evitar los espacios oscuros o cerrados, así como humedades y suciedad. Los pasillos deben ser transitables y es importante que los grifos cierren bien, un grifo que gotea simboliza pérdidas materiales. Es importante también dejar espacio para lo nuevo, evitando mantener objetos inútiles que sobrecargan.

Las plantas también son muy buenas para mantener equilibrio energético en el hogar, es también positivo limpiar la energía de la casa de vez en cuando con incienso, esto permite purificar los espacios. Cosas que no se debe de tener en casa, alfombras de pieles de animales o trofeos de caza, flores marchitas no son buena idea tampoco, así como objetos que pertenezcan a personas fallecidas. Una de las cosas curiosas que no se recomiendan son los espejos antiguos, ya que en ellos se encuentra la memoria de las historias ya vividas.