Unos años atrás, las opciones que teníamos para adquirir platos de ducha, fabricados en España se limitaban a los tradicionales de porcelana sanitaria, chapa de acero esmaltada o los llamados de obra. Estos se limitaban dimensiones muy reducidas y pequeñas. Ya que el plato de ducha era una opción barata y de segunda categoría, para los aseos de las viviendas y no tenían presencia en los baños principales donde reinaba la bañera.

Seguidamente los platos de porcelana mejoraron el diseño, el tamaño y las texturas. Y poco después se incorporaron los modelos acrílicos, primero como opción económica. Más tarde los acrílicos aportaron dimensiones superiores , en consonancia con los nuevos formatos de viviendas. Y finalmente los acrílicos ganaron la batalla con los nuevos diseños extraplanos, y versátiles para duchas con mamparas de baño de gran formato.

Pero el salto definitivo lo aportaron los fabricantes de platos de resina y polímeros. Normalmente se trata de un soporte polimérico recubierto de una textura a modo de resina texturada. Estas resinas aportan tacto agradable, texturas imitación piedras, y un gran poder antideslizante.  Fiora, es un gran ejemplo de innovación en este sentido.