Es la eterna pregunta: ¿Es buena el agua del grifo? ¿A qué sabe el agua de grifo? ¿Por qué es mejor en unos lugares que en otros?
Si atendemos a los parámetros marcados por la OMS (Organización Mundial de la Salud), el agua que se consume en España es de buena calidad, encontrándose dentro de los límites marcados por el organismo para su consumo. El agua de grifo, no obstante, tiene diferencias significativas en algunos lugares, siendo el agua de algunas ciudades ideal para el consumo, y en otras mejor contar con agua embotellada a mano.
Mientras que Burgos y San Sebastián cuentan con la mejor calidad del agua de España, es en el Mediterráneo donde se encuentran los peores niveles. Ciudades como Palma de Mallorca, Barcelona o Alicante cuentan con altos niveles de sustancias perjudiciales o pobres procesos de depuración y potabilización del agua.
El agua de grifo debe tener pocos minerales
El agua de grifo ideal para el consumo debe ser un agua con pocos minerales, poca concentración de cal y parámetros de higiene y contaminación excelentes. El agua de grifo que se consume en San Sebastián y Burgos cuenta con estos parámetros, por lo que se considera la mejor agua que se consume en España.
En el apartado de las ciudades que deben mejorar, como Barcelona, Huelva, Ciudad Real o Palma de Mallorca, disponen de agua con niveles de mineralización opuestos a los de las ciudades previamente mencionadas. Se trata de agua con altos niveles de mineralización, alta concentración de microorganismos y una mala higiene que podría ser perjudicial para la salud. Ninguna de las ciudades supera los niveles marcados por la OMS, pero es recomendable vigilar su consumo, especialmente con los niños.
Otro elemento que puede alterar el sabor del agua de grifo, además de la mineralización o la pureza, es el tratamiento de depuración que ha seguido mediante cloro. Algunos hogares se quejan de que el agua que sale de sus grifos tiene sabor a cloro, pero esto tiene solución. A pesar de que los niveles de cloro a emplear están marcados por la OMS, hay veces en las que el sabor a cloro puede evitarse instalando un equipo de purificación de ósmosis inversa.
Sistema para purificar el agua de grifo de manera casera
Pero si quieres terminar de purificar el agua de una forma casera y barata, toma nota. Llena una jarra de agua y déjala una media hora a temperatura ambiente, esto permitirá que se evapore el cloro. Cuando haya pasado este tiempo, cubre la jarra y métela al frigorífico, conseguirás quitar el sabor y el olor a cloro y tener la mejor agua lista para el consumo.
En definitiva, el sabor del agua de grifo puede variar dependiendo del nivel de cloro, de la concentración de minerales y sales o de la calidad del proceso de purificación a la que se ha sometido. Aunque en España consumimos, en general, agua de buena calidad, nunca está de más disponer de medidas para terminar de depurar el agua en casa y evitar esos sabores y olores tan molestos.