Acicalarse para las fiestas hace tiempo que dejó de ser exclusivo de mujeres. Ahora que se ha pasado la fiebre del «metrosexualismo», los hombres han tomado conciencia de la necesidad -y el placer- de cuidarse. Al fin y al cabo, también padecen los efectos del estrés, el exceso de trabajo y los madrugones.
Ahora que llegan las fiestas navideñas, hay un montón de ocasiones para arreglarse y lucir estupendo en esos reecuentros con amigos lejanos, fiestas de trabajo o cenas románticas. El descanso y la tonificación de la piel son el mejor remedio para aparecer relajado; pero como esto no siempre es posible, la ducha se va a convertir en nuestro mejor aliado.
Antes de una cena o compromiso, merece la pena tomarte tu tiempo para darte una ducha de contraste. Agua caliente y fría, aplicadas alternativamente, tonifican tu musculatura, relajan las facciones y activan la circulación sanguínea, proporcionándote vitalidad y un color saludable. Combina tu ducha con esencias relajantes y afrodisíacas como el ylang-ylang y esta noche tendrás a todas a tus pies…