Fundamentales en la estructura de nuestra ducha y en su diseño son las mamparas. Los materiales que hoy en día se utilizan en su fabricación son infinitos, otorgando a nuestro cuarto de baño, según el que utilicemos, un aspecto más rústico, minimalista, moderno o clásico.

El vidrio y el cristal son los reyes de este elemento divisorio que ejerce como puerta o pared de la ducha y hay infinidad de opciones a la hora de decidirnos por una mampara en concreto: de hoja fija, de hoja abatible, de puertas correderas, extensibles o plegables. Aunque el vidrio se suele confundir con un tipo de cristal, en realidad no posee las mismas propiedades moleculares. La palabra ‘cristal ‘ proviene del griego y es el nombre que le dieron a una variedad del cuarzo que hoy conocemos como cristal de roca.

En las mamparas de ducha de cristal la tecnología punta se combina con las últimas tendencias en diseño, utilizando para su fabricación componentes de la máxima calidad que cumplen estrictas normas de seguridad. Las mamparas de baño en cristal se fabrican con paneles securizados que, en caso de rotura, se descomponen en pedazos pequeños, protegiéndonos así en todo momento. Su espesor oscila entre los 4 y los 10 mm. Por lo tanto, funcionalidad y diseño se combinan a la perfección en las mamparas de baño.

Las ventajas que obtenemos si nos decidimos por una mampara de cristal son enormes ya que a su fácil limpieza y a su funcionalidad hay que sumarle que son el mejor excelente acabado decorativo para el cuarto de baño. Aunque dejando volar nuestra imaginación, algunas mamparas pueden llegar a semejar biombos de cristal en nuestra propia ducha, más que a un sistema de cierre.