Las iniciativas que recuperan espacios abandonados y los llenan de vida suelen tener éxito. Lo añejo resulta atractivo porque encierra historias y un curriculum de experiencias. Además, suele dar rienda suelta a la imaginación.
En Canadá han reciclado un ferry que hace 50 años recorría el espacio entre Soriel y Berthier (Quebec), para terminar como lujoso Spa. Anclado en los muelles de Montreal, este nuevo espacio para el relax bautizado como Bota Bota ofrece todo tipo de servicios para el cuidado. Dispone de cinco plantas con dos saunas que dan directamente al río, baños de hidromasaje al aire libre, terrazas y jardín, todo dispuesto para el disfrute.