1369942225_10754ab2f71.jpg

Todos tenemos la obligación de ahorrar agua, sabemos que es un bien muy escaso, sólo un 1% del agua de nuestro planeta es potable y desperdiciamos mucha. Ahorrar agua no debe suponer un esfuerzo, pensemos que muchas personas no tienen ni para beber.

Los océanos contienen el 97% del volumen total de agua, otro 2% es agua helada y sólo un 1% es agua potable. Esta proviene de la superficie de la tierra (ríos, lagos…) o del agua subterránea.
El agua subterránea es el agua que llena las grietas y los espacios entre las rocas y los sedimentos bajo la superficie de la tierra.
Más del 90% del suministro de agua potable del mundo proviene del agua subterránea.
Los vertidos incontrolados de aceites, productos químicos, etc., contribuyen a la contaminación de esta agua subterránea.
El agua potable está desigualmente repartida y la mitad de la población mundial no tiene acceso a un sistema de suministro de agua potable. En los núcleos de población donde el agua llega con facilidad, muchas veces, se malgasta.

¿Sólo debemos ahorrar agua cuando hay sequía? NO

1759359745_b3c3d8cf5511.jpg

Cada gota de agua que malgastamos supone un gota menos en un río, un lago, un canal o un embalse.
El ahorrar agua contribuye a la reducción del tratamiento de las aguas residuales.
Los ahorros modestos son muy valiosos.