El gresite es un material vidrioso muy resistente que se utiliza mucho para forrar las piscinas de obra, pero también puede emplearse como material cerámico para decorar los cuartos de baño y cocinas. Una de sus principales ventajas es que su reducido tamaño, comparado con los tradicionales azulejos de 15×15, consigue agrandar visualmente las estancias que decora, por lo que es recomendable su empleo en aquellas de reducido tamaño.